El cuarto informe del Observatorio de Sanidad de Fedea (Fundación de Estudios de Economía Aplicada), publicado en noviembre de 2021, tiene como objetivo analizar los principales indicadores de salud y bienestar, así como la satisfacción de las personas durante 2020. No es difícil imaginar, que este análisis es muy distinto al de las anteriores ediciones porque recoge la pandemia ocasionada por la COVID-19.
Una de las principales conclusiones de este estudio es que el coronavirus causó un fuerte impacto tanto en el sistema sanitario español como en la salud de la población. El informe explica que tras unas primeras semanas de incertidumbre, el sistema de salud consiguió adaptarse al virus, mediante una curva de aprendizaje acelerado que redujo los elevados niveles de mortalidad iniciales.
El Observatorio también analiza cómo repercutió la crisis del coronavirus en el sistema sanitario: “Se dispararon las hospitalizaciones y los ingresos en UCIs, debilitando la capacidad asistencial del sistema”. Y prosigue en su observación: “Al mismo tiempo, otras enfermedades que requieren tratamiento y seguimiento especial se vieron relegadas y su tratamiento pospuesto ante la saturación del sistema sanitario”.
Satisfacción global
El informe hace también un repaso a algunas encuestas de opinión que se realizan tanto a nivel global como a nivel nacional para medir el estado de la opinión pública.
Una de ellas, es la Encuesta Ipsos Monitor Global de Salud 2020, que proporciona información de 27 países sobre los principales desafíos en el ámbito de la salud así como sus sistemas sanitarios. Según este sondeo internacional, el 62 % de los individuos encuestados en España creen que reciben el mejor tratamiento posible por parte del sistema público, una cifra dos puntos inferior a la encuesta realizada en 2018.
Otra pregunta de esta encuesta es cómo calificarían los pacientes la atención médica recibida en cualquier ámbito (atención primaria, especialistas, hospitales, pruebas…), y la media de satisfacción española es del 52 %, “lo que deja un amplio margen de mejora”, tal como apunta el informe.
Listas de espera
Otra de las cuestiones de la encuesta Ipsos es acerca del tiempo de espera. Tanto en España como en Italia y Gran Bretaña, países con sistemas nacionales de salud, entre un 70 % y un 74 % de los encuestados opinan que el tiempo de espera para concertar una cita es demasiado largo. España se coloca en el sexto lugar con una posición más pesimista de las listas de espera.
A nivel nacional, el sistema de información de listas de espera del año 2020 muestra que tras la pandemia el tiempo medio de espera aumentó un 22% en 2022 respecto del 2019, pasando de 121 a 148 días. Por otra parte, el número de pacientes en lista de espera bajó un 2% respecto a 2019, de 704.997 a 685.175.
Actividad quirúrgica
El informe también destaca que a causa de la concentración de recursos, sobre todo camas, a la atención de la pandemia, la actividad quirúrgica se ha visto ostensiblemente reducida. Según las cifras facilitadas por el Ministerio de Sanidad y recogidas por el Observatorio, más de un tercio de las operaciones electivas se cancelaron o pospusieron a causa de la pandemia.
En cuanto a la valoración del sistema sanitario, el informe concluye que “la percepción de la población de reformar la sanidad española en los meses iniciales de la pandemia era alta, ya que lo consideraba el 90% de la población entrevistada”. Igualmente, afirma que la sobrecarga de trabajo repercutió en las listas de espera donde el tiempo medio aumentó un 22% en 2020 respecto al ejercicio anterior y en la actividad asistencial donde, por ejemplo, las intervenciones quirúrgicas se redujeron un 36 %.
Sin embargo, el informe concluye que la sobrecarga tuvo una consecuencia positiva ya que impulsó la telemedicina con el objetivo de aliviar la consulta presencial y evitar el riesgo de contagio comunitario.