El Covid, la gestión mixta de la Sanidad y las listas de espera

Covid gestion mixta

La pandemia generada por el SARS-CoV-2 ha supuesto un gran cambio en nuestras vidas. Esta crisis sanitaria nos ha dejado historias y datos realmente entristecedores, como la falta de camas en los hospitales, priorización de enfermos por esperanza de vida, la saturación de urgencias, quirófanos y UCIs, montaje de hospitales de emergencia, médicos contagiados, etc.

Esta situación de pandemia ha sido totalmente excepcional, y es de sobra conocido que a pesar de las difíciles situaciones que hemos vivido, la Sanidad española goza de buena salud y es una de las mejores y más accesibles de todo el mundo.

No es de extrañar que la llegada del virus y el colapso de la sanidad dejaran muchas intervenciones, pruebas y consultas sin realizar. Una de las preocupaciones de los sanitarios era la disminución drástica en el número de diagnósticos de enfermedades como el cáncer, cuya detección temprana es fundamental en la lucha contra la enfermedad. De hecho, la emergencia sanitaria generada por el COVID derivó en lo que se consideró una ‘pandemia paralela’: una mayor mortalidad por un diagnóstico tardío. La Sociedad Española de Oncología Médica calculó que, como consecuencia de la crisis sanitaria, hubo entre hasta un 20% menos de nuevos diagnósticos de cáncer.

Este fue uno de los motivos por los que la Sanidad pública y la Sanidad privada se vieron destinadas a apoyarse y complementarse para hacer frente a una correcta gestión de la pandemia donde el tiempo, sin duda, manda. La colaboración público-privada en materia de Sanidad ya existente en España en virtud de la Ley 15/1997, de 25 de abril, sobre la habilitación de nuevas formas de gestión del Sistema Nacional de Salud, proporciona un ecosistema de trabajo que favoreció esta colaboración en los momentos cruciales de la pandemia.

La congestión de los hospitales públicos se vio en parte aliviada gracias a la colaboración de entidades públicas con instituciones privadas; y es que, al igual que en situaciones de normalidad sanitaria, los conciertos y la gestión privada de hospitales públicos tiene grandes beneficios en el sistema sanitario español. De hecho, es algo que los ciudadanos españoles valoran de forma muy positiva. Así lo refleja la Encuesta de Percepción de la Sanidad en España, elaborado por SIGMA DOS para la Fundación IDIS, según la cual más del 75% de los españoles considera muy necesaria o necesaria la cooperación entre la sanidad privada y la pública. También muestra la valoración que hacen los encuestados de la Sanidad pública, a la que otorgan una media de 6,77, sólo diez décimas más que a la Sanidad privada, a la que puntúan con un 6,67.

La colaboración entre sanidad privada y pública es un aspecto que, además, la Confederación Española de Organizaciones Empresariales (CEOE) defiende desde hace años en su “Libro Blanco de la Sanidad, advirtiendo que un escenario exclusivamente público no podría afrontar por sí solo las elevadas exigencias de todos los pacientes de nuestro país.

La Fundación IDIS también publicó el informe recientemente 'Sanidad Privada, Aportando Valor: Análisis de la situación 2021', un documento que analiza el sector y en el que se destaca el papel de la sanidad privada durante la pandemia. Durante la presentación del Informe, el doctor Juan Abarca afirmó que el sector ha atendido, aproximadamente, un 20 % de casos COVID; personas que, sin la sanidad privada, “hubieran quedado desatendidas”. Por su parte, Alberto de Rosa, director ejecutivo de Centene Corporation, opina en el mismo sentido y afirma que habría sido imposible responder a la pandemia sin la sanidad privada.

Ahora, que ya ha pasado la fase aguda de la pandemia, nos encontramos en una nueva fase: la de la vacunación. Y algunas comunidades también están demostrando que esta colaboración es posible para que puedan seguir contribuyendo a que este proceso sea lo más rápido posible y suponga el fin del coronavirus cuanto antes.