Planes en marcha para liberar las listas de espera de la Sanidad

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Los datos de las listas de espera no son siempre alentadores en nuestro país, lo que hace que haya todo tipo de opiniones sobre la forma de atajar un problema que, en tiempos de pandemia como la que vivimos, se hace más patente. Para Carmen Flores, presidenta de la Asociación Defensor del Paciente, la situación es “dantesca” por “la falta de inversión”.

En este artículo veremos algunas ideas y propuestas para poder descongestionar las listas de espera y cómo las distintas regiones de nuestro país están poniendo los medios para hacerlo posible.

Por ejemplo, la Comunidad Valenciana ha presentado el Plan Óptima 2020-2023 para reducir la demora asistencial en el Sistema Valenciano de Salud en 2021. Su estrategia se basa en aumentar las horas de trabajo de los facultativos de forma voluntaria y con una retribución por horas. Este Plan tiene previsto reducir el número de pacientes en lista de espera quirúrgica estructural en la Comunidad Valenciana en un 25% a finales de 2023.

La Junta de Andalucía anunció hace un año una inversión de 130 millones de euros para reducir los tiempos de espera para intervenciones quirúrgicas (96 millones) y pruebas diagnósticas (34 millones). Una de las medidas adoptadas iba en la misma dirección que el plan valenciano: trabajar por las tardes y también los sábados. Otras de las medidas a las que han destinado más de 8 millones de euros es a rehabilitar el antiguo Hospital Militar de Sevilla, inaugurado este año como Hospital de Emergencias Covid-19, un centro que servirá en el futuro al servicio de todos los ciudadanos, tal y como anunció Juanma Moreno, presidente de la Junta de Andalucía.

Por su parte, Aragón, una de las comunidades con más tasas de lista de espera, presentó a finales de 2020 un plan para reducir la espera quirúrgica en un 85% desde diciembre de ese años hasta finales de 2022. Una de las medidas para ello sería la de incrementar la actividad quirúrgica “hasta el 69% en horario de mañana y 61% en horario de tarde”, combinando con acuerdos realizados con clínicas privadas.

Canarias también presentó a comienzos de este año el Plan Aborda 2021/22 para reducir en un 30% las listas de espera, para lo cual se destinarán 200 millones de euros. Cantabria, por su lado, anunció una serie de medidas para reducir las listas de esperas a comienzos de año, ampliando los horarios para realizar resonancias magnéticas y disminuyendo tiempos muertos en quirófanos. Además de las medidas adoptadas por las comunidades, la sanidad privada se ofreció, una vez más, para ayudar a reducir las listas de espera a mitad de precio, algo hacia lo que algunas instituciones mostraron su desacuerdo, como la Asociación para la Defensa de la Sanidad Pública de Canarias.

En cualquier caso, el problema de las listas de espera viene de hace tiempo y es por eso que, desde hace años, se reciben propuestas de mejora, como en el caso de la Sociedad Española de Directivos de Salud (SEDISA), que proponía en 2016 27 medidas para implantar por los Servicios de Salud para mejorar las listas de espera, entre las que destacan las de potenciar cirugías ambulatorias -una medida que también defienden los enfermeros a través del Sindicato de Enfermería, Satse o la Federación de Asociaciones para la Defensa de la Sanidad Pública-, ampliar las jornadas de actividad quirúrgica o implantar sistemas de retribución variable en función del cumplimiento de objetivos, entre otras. Algunas de ellas, ya se están haciendo realidad por fuerza mayor.

Pero la pregunta es, ¿funcionarán estas propuestas? ¿Se implementarán correctamente y darán resultado? En el caso del aumentar las instalaciones y el número de camas se corre el riesgo de tener temporadas con quirófanos vacíos y médicos sin pacientes a los que atender, pero se aseguraría tener disponibilidad para atender en todo momento. Además, como muchos ámbitos, todo puede ir modulándose con el paso del tiempo, ya que ninguna situación o decisión tomada ha de ser eterna.

En este sentido, la OCDE, la Organización para la Cooperación y el Desarrollo Económicos, analizó en 2013 las estrategias de diferentes países para ver qué funcionaban. Resaltaron los buenos resultados de países como Finlandia, que multaba a los hospitales si sobrepasaban el tiempo máximo de espera, u Holanda, que pagó a médicos y hospitales en función de su rendimiento, lo cual disminuyó la espera, pero aumentó el gasto. Una medida que tiene ya sus años pero que puede ser efectiva traerla a la realidad actual.

En conclusión, parece que en nuestro país hay propuestas en marcha o sobre la mesa, y, sobre todo, voluntad de mejora de las listas de espera, por lo que deberemos estar atentos a cómo evolucionan la implantación de estas mejores en la Sanidad y cómo contribuyen a la salud de los pacientes.