Vuelta a... ¿la normalidad?

Vuelta normalidad

En octubre de 2021 y con 37 millones de personas con pauta completa de vacunación contra la Covid-19 (casi un 77,32% de la población), una ocupación de UCI descendente y una relajación de las medidas sanitarias, podemos plantearnos que la ‘nueva normalidad’ se parece cada vez más a la vida anterior a la pandemia.

Una crisis sanitaria de estas características nos ha puesto en jaque y nos ha obligado a revisar la gestión de la sanidad. Ahora, la vuelta a la normalidad nos exige ver los aprendizajes adquiridos y, sobre todo, analizar si hemos mejorado la atención sanitaria de nuestro país.

Como hemos comentado más de una vez, uno de los indicadores por los que podemos medir la fortaleza del Sistema Nacional de Salud son los datos relativos a sus listas de espera. Unas cifras que el Ministerio de Sanidad proporciona por semestres, habiendo publicado la evolución -a fecha de diciembre de 2020- en septiembre de este año.

Estos resultados arrojan luz sobre cómo el sistema sanitario se ha logrado reactivar después de unos meses de colapso. Un sistema que intenta volver a la “rutina”, al igual que sus pacientes. Estos dejaron de acudir al médico por miedo y por falta de consultas y, aunque han reanudado las citas médicas, sigue existiendo cierta demora; como demuestran las cifras del Sistema de Información de Listas de Espera del Sistema Nacional de Salud. Evidencia de ello, los niveles de diagnósticos de enfermedades, como el cáncer, que no se ajustan a lo normal.

Sin embargo, la nueva publicación de cifras del Ministerio de Sanidad también nos ofrece varios datos clave que prueban los esfuerzos realizados por las Comunidades para reducir tiempos de espera y marcar sus puntos de mejora. De hecho, mucho de ese trabajo no tiene nada ver con el tamaño de la región, sino con su gestión.

Es el caso de Asturias, País Vasco o la Comunidad de Madrid, que están remando por ofrecer sus servicios a los ciudadanos con la mayor celeridad posible, poniendo en marcha distintas iniciativas y colaborando con la sanidad privada para la atención de los pacientes. Madrid es, sin ir más lejos, una comunidad en la que, a pesar del crecimiento de la demora en muchos de sus hospitales, los de gestión indirecta siguen presentando niveles iguales a los previos a la pandemia.

Si analizamos, por ejemplo, los tiempos de listas de espera quirúrgicas nacionales, estos han disminuido en 22 días (148 en total de media), pero siguen lejos de los días de media de antes de la pandemia, que se situaban en 121. Madrid, con 80 días de media de tiempo de espera, sigue estando entre las comunidades mejor posicionadas, al igual que en junio de 2020, cuando fue, junto con Asturias y La Rioja, una de las comunidades autónomas que menos habían empeorado sus cifras con respecto al año 2019. Según datos de diciembre 2020, es la sexta región con menor tiempo de espera para intervenciones quirúrgicas por detrás de la ciudad autónoma de Melilla y las comunidades de Asturias, País Vasco, Galicia y La Rioja.

La Comunidad Autónoma más afectada sigue siendo Castilla La Mancha donde el tiempo medio de espera para operarse asciende a 286 días de media en comparación con regiones como Asturias o País Vasco, con 60 y 68 días de media de espera, respectivamente. La manchega repite en diciembre de 2020 los datos que cosechó en junio de ese año, siendo la comunidad con el dudoso honor de tener las listas de espera más largas del país.

Sin embargo, para poder valorar de forma más objetiva el regreso a la normalidad prepandemia, debemos esperar a las próximas oleadas del Ministerio, la de junio de 2021 y la de diciembre de este año, donde veremos si la evolución de los datos nos muestra una mejoría en el sistema de salud o si, a pesar de todo, seguimos en un punto complicado en relación con las listas de espera.