La inclusión de ópticos-optometristas en el SNS, una vía para aliviar las listas de espera

La presencia de estos profesionales en atención primaria implicaría, además, la detección temprana de problemas visuales y, como consecuencia, una mejora en la calidad de vida de los pacientes

opticos optometristas

La salud visual es un pilar fundamental en el bienestar y la calidad de vida de las personas pero, debido a la época que vivimos, la miopía se ha convertido en la pandemia del siglo XXI. Tanto es así que las tasas de prevalencia no dejan de aumentar, ya no solo en España, sino en el mundo entero. De esta manera se explica en el Libro Blanco de la Visión en España 2023 que compila todos los datos socioeconómicos que muestran la evolución del sector óptico en el Estado. En él se pone de manifiesto que el 55,3% de los jóvenes de 18 a 34 y el 62,5% de los universitarios de 17 a 27 años es miope; también contempla que el 5,9% de los menores de 6 a 12 años padece miopía, y que uno de cada cuatro jóvenes de 12 a 18 años afirma que no ve bien.

Datos preocupantes que llevan a los expertos a alertar de que, si no se hace nada para evitarlo, muchos de estos jóvenes (nativos digitales) superarán las tasas de riesgo (5 dioptrías de miopía).

Un refuerzo especializado en atención primaria

Desde diferentes colectivos profesionales de ópticos-optometristas, como es el caso del Consejo General de Colegios de Ópticos-Optometristas (CGCOO) o la Sociedad Española de Optometría (SEO) llevan tiempo reclamando la incorporación de la profesión en funciones de Atención Primaria del Sistema Nacional de Salud (SNS). La atención primaria, donde la oftalmología acapara el 14,5% de las derivaciones, y en pediatría, donde estas alcanzan el 27,6%, evidencian la alta demanda y la saturación de esta especialidad.

La falta de eficiencia en la cobertura pública de la salud visual genera desigualdades de acceso en grupos de riesgo sociosanitario. Según la actual edición del Libro Blanco de la Visión, el 59% de las familias no revisa a sus hijos porque no han manifestado quejas pero el gran problema es que uno de cada tres menores (31%) podría tener un problema de visión no corregido, mientras que solo el 11,4% de las familias llega a sospecharlo.

Revisar la vista de forma regular es un hábito de prevención que puede evitar o corregir a tiempo problemas de visión que merman la calidad de vida. La cuestión es que solo el 20% de la población que revisa su vista frecuentemente lo hace a través de la sanidad pública, lo que deja a un amplio sector sin acceso a un servicio esencial. Una situación que reclama una solución para garantizar una atención visual de calidad para todos.

El Informe Técnico elaborado por el Consejo General de Colegios de Ópticos-Optometristas (CGCOO) y la Sociedad Española de Optometría (SEO) propone una vía prometedora: la incorporación de los ópticos-optometristas en el Sistema Nacional de Salud. Esta medida, respaldada mayoritariamente por estos profesionales altamente capacitados, promete múltiples beneficios tanto para los ciudadanos como para la eficiencia del sistema de salud.

Según las estimaciones, la presencia de los ópticos-optometristas en el SNS implicaría una reducción significativa del tiempo de asistencia, la detección temprana de problemas visuales y, como consecuencia, una mejora en la calidad de vida de los pacientes. Además, supondría una disminución sustancial de las listas de espera en oftalmología, aliviando la presión sobre esta especialidad y reduciendo costos a largo plazo.

La incorporación de los ópticos-optometristas al sistema de salud podría implementarse de dos maneras: como profesionales de atención primaria, complementando a otros especialistas, o mediante acuerdos de externalización de servicios, con un modelo de coste por paciente/año preestablecido. Ambas opciones se traducirían en un sistema de salud más eficiente y accesible.

La evidencia internacional respalda esta iniciativa, con casos de éxito en países como Inglaterra, donde los optometristas asumen un alto porcentaje de consultas oftalmológicas.

Once comunidades autónomas en España, incluyendo Andalucía, Cataluña, Madrid y Valencia, ya han reconocido la importancia de la figura del óptico-optometrista en la sanidad pública. En estas regiones, alrededor de 400 profesionales ya están contribuyendo a mejorar la asistencia visual tanto en hospitales como en centros de salud y se presentan como una vía para descongestionar las listas de espera.