Actuar a tiempo puede ser la clave que marque la diferencia en cualquier ámbito de la salud, especialmente, en el de atención temprana. Por este motivo, cuando unos padres detectan posibles signos de alarma en su hijo/a, es importante acudir lo antes posible a los profesionales de atención temprana, con el objetivo de que le proporcionen un programa individualizado otorgándole estrategias y apoyos para favorecer su mejor desarrollo.
Los últimos datos de la Comunidad de Madrid, referentes a mayo de 2022, revelan que 1.704 niños se encuentran en lista de espera para acceder a un tratamiento de atención temprana. Por otra parte, el tiempo de espera media de citación en el Centro Regional de Coordinación y Valoración Infantil (CRECOVI) es de 146 días, mientras que la demora para brindar una resolución, que tiene en cuenta desde la entrada en registro de la solicitud hasta la resolución del procedimiento, es de 161 días.
Actualmente, el proceso para acceder a un Centro de Atención Temprana (CAT) es lento y las listas, a pesar de que han bajado ligeramente respecto a los meses anteriores, siguen siendo abultadas. Por lo que a muchas familias les surgen dudas de cómo afrontar esa espera y otras cuestiones relacionadas con la atención temprana.
Qué es la atención temprana y a quién va dirigida
Está demostrado científicamente que durante los primeros años de vida el cerebro está preparado para asimilar más aprendizajes (pasado este periodo, la capacidad de aprender va decayendo y se ralentiza), por lo que cualquier intervención temprana puede ser clave para el desarrollo del niño. Pero, ¿qué es la atención temprana?
La atención temprana es un conjunto de intervenciones llevadas a cabo por un equipo de profesionales y que van dirigidas a niños y a niñas de 0-6 años, a su familia y a su entorno. El objetivo no es otro que analizar las necesidades particulares de cada niño/a para lograr el máximo bienestar y potenciar su desarrollo. Está pensada para todos aquellos pequeños que presenten cualquier tipo de alteración y/o trastorno en su desarrollo físico, psíquico y/o sensorial, que puedan provocar discapacidad o riesgo de padecerla.
Algunas de las necesidades especiales que se atienden en los CAT son parálisis cerebral, espasticidad, hipotonía, ceguera, sordera, desórdenes sensoriales, rigidez, discapacidad intelectual, impulsividad, dificultades de aprendizaje... También se trabajan trastornos del lenguaje, emocionales y conductuales.
Requisitos para acceder a un CAT en la Comunidad de Madrid
Para acceder a un CAT en la Comunidad de Madrid deben cumplirse una serie de condiciones. En primer lugar, el niño/a debe tener entre 0-6 años de edad; los bebés más pequeños y diagnosticados tienen prioridad; también, deben ser residentes de la CAM y necesitan obtener el reconocimiento del CRECOVI.
Por otra parte, los niños que están escolarizados en Educación Especial no pueden formar parte de atención temprana, ya que se considera que desde ahí se ofrecen todos los medios para asegurar su mejor desarrollo. De igual manera, los pequeños no deben estar escolarizados en Educación Primaria. Por último, también es requisito no estar recibiendo otro tratamiento similar en otros centros públicos o privados.
Pasos para solicitar la atención temprana
Para acceder al servicio de atención temprana es necesario que un equipo experto del CRECOVI valore cada caso. Para ello, hay que rellenar una solicitud y presentar la tarjeta sanitaria del niño/a, el libro de familia, el informe de derivación emitido por profesionales de la sanidad pública madrileña, así como cualquier otro informe profesional que pueda ser de ayuda para respaldar la necesidad de la valoración.
A continuación, la solicitud se puede entregar de forma presencial en CRECOVI o mediante una Oficina de Registro vía online siempre que se tenga el DNI o el certificado electrónico. Una vez haya recibido la documentación CRECOVI enviará una cita para evaluar al pequeño, y tras esa valoración determinará si presenta, o no, la necesidad de atención temprana. Finalmente, emitirá el dictamen de necesidad de atención temprana que contiene el diagnóstico, el tipo de tratamiento recomendado y el plazo de validez, notificándose a través de resolución administrativa. Tras recibir la acreditación, los padres podrán presentar la solicitud de una plaza pública de atención temprana, donde se podrán señalar dos centros de preferencia, y esperar su admisión.
Por último, los indicadores de las listas de espera de atención temprana de la CAM se actualizan cada mes tomando como punto de referencia el último día. Los niños y niñas que forman parte de las listas de espera son aquellos que han cumplido los requisitos estipulados y que aguardan el acceso a una plaza pública. Finalmente, hay que tener en cuenta que los indicadores oficiales contabilizan a aquellos pacientes cuya espera es atribuible a los recursos disponibles, pero también a aquellos otros que tras rechazar una plaza esperan una vacante en el centro que ellos han escogido.