Telemedicina contra las listas de espera

Gracias a las nuevas tecnologías es posible ofrecer una consulta o darle información al paciente con mayor rapidez y evitar que éste deba desplazarse al centro sanitario

telemedicina

Con el fin de no interrumpir la asistencia sanitaria durante la pandemia del coronavirus la telemedicina cogió fuerza e impulso en el sistema de salud español. De hecho, según un estudio de la Organización para la Cooperación y el Desarrollo Económicos (OCDE), España fue el país que más recurrió a la telemedicina para solventar las consultas sanitarias durante la pandemia de Covid-19. 

OCDE consultas telefonicas durante pandemia

Una herramienta que permitió agilizar los procesos, disminuir la sobrecarga en las consultas, evitar el desplazamiento de los y las pacientes e interconectar las relaciones entre los diferentes equipos médicos de asistencia primaria y especialistas. Los profesionales insisten en remarcar que no se trata de una vía para sustituir la atención presencial, sino un modo práctico de complementarla, utilizando las nuevas tecnologías de una manera segura sin perjudicar la calidad en la asistencia.

Las listas de espera sanitaria son un problema en la mayoría de países, y por ello, la telemedicina constituye una ayuda para disminuir las largas esperas así como el gasto de recursos innecesarios. Actualmente, según el último informe del Ministerio de Sanidad sobre Listas de Espera, en España un paciente espera una media de 120 días para pasar por quirófano y alrededor de 95 días para una consulta con el especialista. No se trata de un problema exclusivamente nacional ni tampoco depende de si un centro es público o privado; los vecinos europeos se enfrentan a la misma situación debido a factores globales como el envejecimiento de la población y el aumento de las enfermedades crónicas que requieren un seguimiento y tratamiento personalizado.

Por todos estos motivos, la implementación de la telemedicina repercute positivamente en el panorama general. Entre otras cuestiones porque, gracias a las nuevas tecnologías, es posible ofrecer una consulta o darle información al paciente con mayor rapidez y evitando que éste deba desplazarse al centro sanitario, ocasionando más saturación.

Beneficios de la telemedicina

¿Es necesario acudir a consulta médica si se esperan unos resultados de alguna prueba, hay que dispensar una receta, o se tiene un constipado común? La telemedicina brinda la oportunidad de un contacto directo con el profesional médico sin tener que acudir al centro. Asimismo, es muy cómoda para todos aquellos pacientes con enfermedades crónicas a los que debe hacerse un seguimiento periódico ofreciéndoles la comodidad de ser atendidos desde su domicilio o desde el lugar en el que se encuentren.

La telemedicina puede mejorar la experiencia del paciente y ayudar a descongestionar el sistema público de salud, evitando derivar a un especialista los casos leves que no revisten gravedad.

Por otra parte, beneficia a personas que habitan en zonas rurales aisladas, o pacientes que se encuentran en centros geriátricos, son cuidados en su domicilio o están en prisiones, eludiendo desplazamientos complicados si no son necesarios.

A su vez, los equipos médicos utilizan las herramientas digitales para comunicarse de una manera más eficaz; gracias a la  telemedicina pueden compartir información de forma más rápida o, incluso, en tiempo real para obtener una opinión experta sobre un diagnóstico. Por lo tanto, se pueden dar tratamientos con mayor celeridad y promueve una mayor eficacia de los equipos y los servicios, reduciendo los costes y los recursos utilizados.

Aumenta poco a poco la aceptación de las videoconsultas

El uso de la telemedicina se ha desarrollado en todas las comunidades autónomas durante los últimos tres años, sobre todo en su modalidad telefónica, para atender cuestiones de atención primaria pero, también, especialidades en las que en muchas ocasiones no requieren una consulta presencial como pediatría, ginecología o dermatología.

Tal como recoge la primera oleada del año del Barómetro Sanitario, el 51,4% de los encuestados declara que utilizaría las videoconsultas sanitarias, un gran aumento con respecto al 44,5% en noviembre, frente a un 36,1% que no (43% en noviembre).

Respecto a la idoneidad de la consulta telefónica, el 63,7% opina que algunas consultas con el médico de atención primaria pueden ser telefónicas, pero otras deben ser necesariamente presenciales. Un 32,1% considera que todas deberían ser presenciales, mientras que un 1,9% afirma que la mayor parte de las consultas podrían ser telefónicas.

Finalmente, el 60,6% de las personas atendidas en Atención Primaria ha efectuado alguna consulta telefónica en los últimos 12 meses y el 75,8% de ellas se muestra satisfecho con este sistema.