La importancia de compartir la historia clínica entre la sanidad pública y privada

Ofrece mayor transparencia en el manejo de historiales de los pacientes y mejora el aprovechamiento de los recursos y la optimización de la asistencia

doctor con historial medico

Disfrutar de una buena salud es una de las prioridades de cualquier ciudadano, especialmente tras la pandemia del coronavirus. Por ello, contar con un sistema sanitario robusto y preparado es una de las herramientas imprescindibles para poder vivir con mayor calidad de vida.

En nuestro país, el Sistema Nacional de Salud ofrece asistencia a toda la población española, garantizando una atención universal y sostenida a través de diferentes tipos de impuestos. Sin embargo, también implica ciertas limitaciones (recursos, tiempos de espera…) que hacen relevantes otras alternativas como la sanidad privada.

Actualmente, la colaboración público-privada es uno de los pilares del Sistema Nacional de Salud. En este sentido, es importante trabajar en la integración de todos los recursos sanitarios, mejorar la respuesta al paciente y fortalecer el sistema sanitario, tal como se apunta desde el Círculo de la Sanidad, que asegura que la unión de ambas es la única manera de hacer que el sistema resista.

En consecuencia, abogan compartir datos como la historia clínica de cada paciente, para así poder ofrecer una mejor asistencia. Tan sólo el 23% de los médicos puede revisar la historia clínica digital interoperable entre la sanidad pública y la sanidad privada, debido a que la mayoría de regiones no tienen implantado este sistema. De hecho, es una materia que suscita mucha atención por la compatibilidad para preservar la protección de datos de las personas.

No obstante, hay dos comunidades que sí comparten esa información; Galicia, que dispone desde hace años de una historia clínica única disponible en todos los ámbitos (Atención Primaria, hospitales públicos y privados, residencias, farmacias, prisiones…); y la Comunidad de Madrid, a través de una modificación de la Ley de Ordenación Sanitaria introducida en la Ley Ómnibus. Se rige bajo dos principios; por una parte, el cumplimiento de la normativa de protección de datos de carácter personal y, por otra, el consentimiento del paciente, de acuerdo con las regulaciones específicas.

Beneficios de compartir una historia clínica única

Una parte de las comunidades trabaja en incorporar a sus bases de datos la información sanitaria que proviene de aquellos centros con quienes mantiene algún tipo de colaboración. Pero ciertas regiones como Asturias, Baleares, Canarias, Cantabria, Castilla-La Mancha, Castilla y León, Cataluña, Comunidad Valenciana, País Vasco y La Rioja mantienen la historia clínica exclusivamente en su red pública.

Sin embargo, los beneficios de contar con una historia clínica digital interoperable entre la sanidad pública y la sanidad privada son muchos. Tal como apuntan desde el Círculo de la Sanidad, conformado por empresas que trabajan con más del 80% de los hospitales públicos y proveen a las administraciones sanitarias, esto supondrá un enorme avance en la atención al paciente. Según señala el presidente de la asociación Ángel Puente: “No debemos perder el foco de que la sanidad es solo una y debe ser lo más eficaz posible”.

Así pues, una única historia clínica interoperable ofrece mayor transparencia en el manejo de historiales de los pacientes, aportando datos, diagnósticos o tratamientos que de otra manera pueden quedar ocultos.

Por otra parte, mejora el aprovechamiento de los recursos y la optimización de la asistencia además de favorecer el acceso inmediato de los pacientes y los profesionales a la documentación clínica, independientemente del sector en el que precisen asistencia.

Por último, esta iniciativa es una herramienta de enorme utilidad que, por encima de todo, beneficiará al paciente. Y éste es sin duda, el centro de cualquier política sanitaria.